TENTACIONES

DOMINGO I DE CUARESMA CICLO A

Domingo 5 de Marzo de 2017

REFLEXIÓN

         1.- Las tres tentaciones de las que nos habla el Evangelio de hoy son el prototipo de todas las tentaciones que sufrió Jesús a lo largo de su vida.

Tentaciones que le ponen en la disyuntiva de elegir entre dos formas de entender lo que significa ser Hijo de Dios, ser el Mesías.

         1ª.- Ser un mesías político tal como esperaba el Pueblo de Israel. Un Mesías con poder que dominara a los romanos y a todos los enemigos del Pueblo de Dios. Un Mesías lleno de honor y gloria que brillara sobre todos los poderes de la tierra y gobernase al Pueblo más grande y más poderoso de cuantos existían.

         Querían hacerlo Rey. Le pedían hacer milagros para que demostrara su poder.

         2ª.- Ser un Mesías Hijo de Dios, fiel a  la voluntad del Padre.

Jesús elige la fidelidad al Padre rechazando todas las tentaciones de aceptar la gloria y el poder y de utilizar su poder para el beneficio propio; y con energía y fortaleza rechaza a Satanás en el desierto, expulsándolo de los endemoniados, ante la propuesta de Pedro de que se alejara de todo sufrimiento  lo rechaza llamándolo Satanás.

         Siempre reafirma su decisión de hacer la voluntad del Padre incluso en la enorme angustia durante la noche en el Huerto de los Olivos.

 

         2.- Hoy la Palabra de Dios  nos invita a mirar a Jesús y ser como El. Nos invita

+Descubrir las tentaciones que nos acosan y que pueden desviarnos y alejarnos de nuestros compromisos bautismales, de nuestro comportamiento cristiano, de nuestras renuncias a Satanás, al pecado y al mal.

+Renovar nuestro compromiso de seguir a Jesús caminando poniendo nuestros pies sobre sus  huellas; luchar contra las tentaciones; hacer la voluntad del Padre

 

         3.- La Cuaresma es tiempo de purificación, de renovación, de revitalización espiritual, de conversión.

+De purificación porque estamos manchados por tantas veces y en tantas ocasiones en las que hemos cedido a la tentación, acercándonos al Sacramento del Perdón.

+De conversión porque necesitamos volver nuestros ojos hacia Jesús para que nos guie por el camino del bien.

+Renovación porque necesitamos reflexionar sobre los compromisos que adquirimos en el Bautismo y que renovamos en la Confirmación y poner todo nuestro interés en llevarlos a la práctica.

         La Cuaresma no es un tiempo de tristeza  sino más bien de alegría y esperanza porque nuestras penitencias y nuestros esfuerzos nos conducen a fortalecer nuestra fe, a ensanchar nuestro corazón y a vivir con esperanza. A abrir las puertas para que Dios llene toda nuestra vida.

         Pidamos al Señor no desaprovechar el regalo que nos hace de este tiempo de gracia.

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