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DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

Domingo 22 de Enero de 2017

REFLEXIÓN

         1.-Al leer este pasaje del Evangelio, llama la atención que los discípulos lo dejen todo de inmediato para ir con Jesús cuando les pide que le sigan.

         Pero no podemos olvidar que ya lo conocían. Recordemos aquel momento en que Juan el Bautista señala a Jesús como El Cordero de Dios y Juan y Andrés van tras El. Jesús se gira y les pregunta:¿ Qué buscáis? ; ellos le responden: ¿Dónde vives? Y Jesús les dice: Venid y lo veréis.

         El encuentro con Jesús les marca para siempre. Andrés va en busca de su hermano Simón diciéndole que han encontrado al Mesías y lo lleva ante Jesús. Jesús al verlo le dice: Te llamarás Pedro.

         Fue tal el impacto de aquel encuentro que recordarán incluso que fue a las cuatro de la tarde.

         2.- Con este relato Jesús quiere hacernos entender que cuando nos dice: ¡Convertíos! Nos está pidiendo que cambiemos completamente de vida. Que El tiene que ser  nuestro amor primero porque hemos de amar a Dios sobre todas las cosas, y que lo prioritario en nuestras vidas debe ser hacer lo que el Señor nos pide.

         Como a los discípulos también nos dice a cada uno: Venid conmigo y ayudadme a que otros también me conozcan y me sigan.

         Cada uno de nosotros entendemos la llamada del Señor de una manera distinta: seguirle en el sacerdocio, en la vida religiosa, en el matrimonio, en las misiones, en el trabajo de cada día. Seguirle hablando siempre de El, en cualquier momento oportuno y en cualquier circunstancia.

         Siempre y sea cual sea lo que nos pide el Señor  implica renuncias, implica dejar atrás otras cosas:

+Renunciar a nuestros planes, a nuestros gustos, a estar con la familia o con los amigos en determinados momentos

+Olvidarnos de nosotros mismos y pensar en los demás, en el bien de los demás, en lo que necesitan los otros.

+Regalar nuestro tiempo, nuestros conocimientos, nuestro trabajo, nuestras cualidades… haciéndolo con generosidad y sin pedir nada a cambio.

+Y siempre con la alegría de haber hecho algo bueno por los demás con amor y por amor.

         3.- Preguntémonos hoy

+¿Qué quiere el Señor de mi?

+¿Qué estoy dispuesto a renunciar?

+¿Me entrego a los demás con generosidad y alegría aunque no me lo agradezcan?

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