¿CUAL ES EL CAMINO?

DOMINGO V DEL TIEMPO DE PASCUA

Domingo 10 de Mayo de 2020

REFLEXIÓN

          1.- “En la Casa de Mi Padre hay muchas estancias. Voy a prepararos sitio para que estéis conmigo.”

          Ese es el sentido y la meta de nuestra vida: ir a la Casa del Padre para gozar de la plenitud de la salvación, de su Amor, de su Vida, y vivir en plenitud todo lo que hemos esperado y buscado durante el tiempo de nuestro paso en la tierra. Nunca deberíamos olvidar ni perder de vista que esa es la dirección en la que hemos de caminar en nuestra vida.

          2.- Al igual que Felipe nosotros también deseamos ver el rostro del Padre, conocer al Padre, encontrarnos con Él, hablar con Él… La respuesta de Jesús no puede ser más clara: “Felipe, tanto tiempo que estoy con vosotros… y no te has dado cuenta. Quien me ha visto a Mi ha visto al Padre”.

          Jesús es el rostro visible del Dios invisible. Hace visible el corazón de Dios que es un Padre Bueno, que nos conoce y se preocupa del bien de cada uno de nosotros, que nos espera con los brazos abiertos cuando regresamos a Él después de habernos separado pensando que podemos ser autosuficientes.

          Jesús nos habla y nos manifiesta el rostro del Dios del Amor, de la Vida. El Dios que salva, que desea que seamos felices, que disfrutemos de todo lo que ha creado, que miremos con esperanza y alegría el cielo, que pensemos en los demás y nos ayudemos unos a otros y que sepamos perdonar como Él nos perdona.

          El Dios que está pendiente de nosotros, que nos deja caminar en libertad pero que nos levanta cuando caemos y cura nuestras heridas, dejándonos de nuevo caminar por nosotros mismos.

  1. Le preguntamos a Jesús lo mismo que Tomás:” ¿Dónde está la Casa del Padre? ¿Cuál es el camino por el que ir?” Y también la respuesta de Jesús nos sirve a nosotros: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”.

          Has de ser como Yo, hacer lo que hago, pensar como Yo pienso, actuar del mismo modo que Yo, seguirme pisando las huellas que dejan mis pies mientras caminas por la vida.

La persona, la vida y las enseñanzas de Jesús son el Camino a seguir. Y son un Camino seguro porque es el camino del bien y del amor. Porque amando construimos un mundo justo y en paz.

          Jesús es la Vedad, no engaña, no traiciona. Seguirle no es un camino fácil porque vivimos en tensión con nosotros mismos ya que deseamos el bien, pero a la vez estamos inclinados al mal; hemos de esforzarnos en no dejarnos arrastrar por el entorno que no acepta Jesús y sus enseñanzas.

          Jesús es el Camino de la Vida, el que nos hace participar de su misma Vida, el que conduce a la Casa del Padre para vivir su Vida en plenitud. Es el Camino que llena de fortaleza, de serenidad y de paz, el que nos ofrece la Luz con la que ver la bondad, la belleza y sabiduría de Dios en todo lo creado; el camino que nos llena de alegría, de esperanza y por el que podemos ofrecer vida a cuantos nos rodean.

          Jesús nos recuerda que hemos de cuidar y proteger todo lo que ha creado el Dios de la Vida. Proteger y cuidar nuestra Casa Común que es la Naturaleza, nuestra vida y la vida de los demás especialmente de los más frágiles.

          4.- ¿Es esta nuestra fe? ¿Es este nuestro modo de vivir como cristianos? Pidamos al Señor Luz, Sabiduría y Fortaleza para fijarnos en Él, confiar en Él y procurar hacer siempre lo que debemos y como debemos, porque también nosotros hacemos visible el rostro del Dios invisible.

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